Argentina fue superada por Brasil y no pudo defender la corona en la AmeriCup
El seleccionado argentino de básquetbol no pudo repetir el título alcanzado en 2022 en Recife ante el local porque este domingo Brasil se tomó revancha de aquella final perdida en Nicaragua, donde se consagró campeón de la AmeriCup 2025 al imponerse en el partido definitorio por 55 a 47.

Las diferencias entre la final anterior y la de este domingo radicó en dos cuestiones: en la que ganó Argentina la satisfacción consistió en hacerlo en la casa del propio representativo brasileño y con un marcador ajustadísimo de 75 a 73, mientras que ahora el triunfo de los “verdeamarillos” si bien no fue tan amplio por lo bajo del tanteador, sí lo fue por la supremacía en el juego exhibida por los nuevos campeones.
Los dirigidos por Pablo Prigioni sufrieron con la marca de los brasileños, que le bajaron sensiblemente el goleo respecto de las presentaciones antetiores, y queda claro que con un registro inferior a los 50 puntos es muy difícil consagrarse campeón en una competencia internacional en general, y mucho menos en la AmeriCup.
Y de hecho resulta muy extraño también que con apenas 55 puntos un seleccionado termine obteniendo el título de campeón de América en una final continental.
Quizá las explicaciones haya que encontrarlas en la medianía de calidades que observó este certamen en el que la mayoría de los seleccionados llegó para competir con planteles jerárquicamente muy acotados, sin figuras, lo que terminó emparejando para abajo y deteriorando el nivel de juego.

De hecho tanto Argentina como Brasil llegaron a esta final tras dejar por el camino en semifinales nada menos que a las selecciones de Canadá y los Estados Unidos, respectivamente.
Pero además del nombre de los rivales, lo que llama la atención es la comodidad con que lo hicieron, ya que los argentinos se impusieron a los canadienses por 83 a 73 y los brasileños a los estadounidenses con mayor amplitud aún: 92 a 77.
En definitiva, sin nombres como los de Facundo Campazzo o Gabriel Deck, por caso, y buenas performances de José Vildoza en la base y el pivote Juan Fernández en la zona pintada, Argentina redondeó un torneo aceptable, con pasajes de buen básquetbol y mucho por mejorar, bajo el mando de un técnico part time como Prigioni, que se reparte entre su tarea como asistente en Minnesota Timberwolves y la selección de su país, con prioridad en el equipo de la NBA.