Una sorpresa y los mismos de siempre en los Juegos Olímpicos
Una medalla de oro (ciclismo BMX), una de plata (Vela) y otra de bronce (hockey sobre césped ) resultó la cosecha argentina en los últimos Juegos, con la presunción de que lo alcanzado osciló entre los bordes de la lógica.

La actuación argentina en los Juegos Olímpicos París 2024 ostentó un desarrollo dentro de lo esperable. Tan sólo un convidado de piedra pegó el zarpazo y se alzó con la medalla de oro, en una actividad que estrenó la cosecha histórica. Las otras dos preseas coleccionadas se enrolaron dentro de los límites de la lógica y con disciplinas deportivas que ya le otorgan un linaje a la tradición olímpica albiceleste.
José 'Maligno’ Torres Gil, de 29 años y radicado en Córdoba, emergió como una bocanada de aire fresco en el BMX estilo libre. El ciclista nacido en Santa Cruz de la Sierra sorprendió con un rendimiento superlativo y abrazó el primer puesto del podio olímpico, a partir de una arriesgada labor en la primera parte de la final, en la que estampó un puntaje de 94,82.
Torres superó al británico Kieran Reilly (93,91) y al francés Anthony Jeanjean (93,76), quienes obtuvieron las preseas de plata y bronce, respectivamente, luego de las acrobáticas pasadas por las pistas de La Concorde 2, en la capital francesa.
“Desde que llegué a la Olimpíada sentía que era por acá donde iba a tener que dejar todo y tenía una posibilidad muy grande de lesionarme. Siempre tuve ese miedo y los primeros días de práctica la pasé muy mal: muchos choques y caídas”, relató el medallista dorado, en julio último, cuando consiguió la proeza de arribar a la cima.
“Ojalá esta medallita represente a todos los atletas porque sé el sacrificio que hacen todos para intentar dar lo mejor de ellos, con o sin medalla”, agregó Torres, quien coronó su excelente 2024 con un segundo puesto en el Mundial BMX Freestyle, que se llevó a cabo en Dubai, a principios de diciembre.
El ciclista forma parte de ese nutrido conjunto de deportistas nacionales que le roba horas de sueño a su descanso con el objetivo de planificar adecuadamente las distintas estrategias para elegir las competencias en las que participará, a raíz de que el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) perdió la autarquía que gozaba hasta 2017 y se licuó el fondo del 1 por ciento que aportaba la telefonía celular para solventar becas y presupuestos hacia los deportistas de elite.
Las otras dos medallas que logró la delegación argentina se inscribieron dentro de los bordes de la tradición y la costumbre.

El binomio compuesto por Mateo Majdalani-Eugenia Bosco logró la segunda colocación en la división Nacra 17 y cosechó la undécima medalla en la historia de la Vela para la Argentina.
Tras dejar en el camino de la clasificación al dúo integrado por Santiago Lange (auténtico referente en el yachting y medalla de oro en Río de Janeiro 2016, junto a Cecilia Carranza Saroli)-Victoria Travascio, la pareja bonaerense asumió el compromiso de decir presente en la capital francesa.
“Cuando terminaron los Juegos de Río, yo tenía muchas ganas de navegar y Eugenia estaba en la categoría. Le propuse probar para ver si podíamos armar un equipo. Creo que formamos un gran, gran equipo. Llegamos a un lugar que soñamos, pero que veíamos muy lejano. Ella tiene un compromiso increíble. Estoy muy feliz de todo lo que hicimos”, reveló Majdalani, una vez concluida la Medal Race de la división.
La pareja argentina reunió un total de 55 unidades de penalización y escoltó a su par italiana, formada por Caterina Banti-Ruggero Tita.
“Es un alivio. En este momento no me entra la felicidad en el cuerpo. Se me vienen a la cabeza un montón de personas. Ellas saben muy quiénes son” indicó Bosco, cuando los desempeños en las canchas de regata de Marsella ya eran historia.
La tercera y última presea argentina en París 2024 quedó en manos de Las Leonas, las representantes del hockey sobre césped femenino.

El equipo albiceleste cumplió con la tradición de llegar al podio (lo hicieron en seis de los últimos siete episodios olímpicos), al conquistar el bronce en los denominados ‘shoot-outs’ ante el combinado de Bélgica, luego de un 2-2 en el período regular y suplementario.
Como ocurrió en los últimos seis Juegos Olímpicos (de Atenas 2004 a París 2024) el obstáculo insalvable resultó el combinado de Países Bajos (antes Holanda), que dio cuenta de Las Leonas y, en esta ocasión, la mandó a jugar por el tercer lugar.
El palista olavarriense Agustín Vernice, por su lado, consiguió un meritorio cuarto puesto en la final del K1 1000 del canotaje, para inscribirse como el mejor argentino que recibieron los denominados ‘diplomas olímpicos’.
En cambio, los seleccionados del rugby seven y de fútbol masculino Sub ’23 experimentaron la sensación de ‘gusto a poco’, luego de haber sido eliminados en cuartos de final y quedar al margen de la cosecha de medallas. En ambas ocasiones, los representativos de la local Francia fungieron como verdugos.
Por último, la nota insólita de la delegación argentina en París 2024 la dio el boxeo, que no tuvo ni siquiera un representante compitiendo. Convertida en la disciplina deportiva que más medallas aportó a lo largo de la historia (24, con 7 de oro, 7 de plata y 10 de bronce) resultó -cuanto menos- extraño que ningún púgil haya alcanzado el cupo, a través de los distintos certámenes calificatorios, en diferentes puntos del planeta. Un auténtico llamado de atención.