Unión quedó puntero tras el empate con Barracas, aunque aguarda por el resultado de Boca
El Tatengue no pasó del cero con el Guapo en el 15 de abril, pero al menos -transitoriamente- lidera la Zona A. Si el Xeneize no vence a River, además de que se den otros resultados, el Tatengue mirará a todos desde arriba para encarar la última fecha.

Unión y Barracas Central no lograron sacarse diferencias este sábado por la noche e igualaron sin goles en el 15 de abril, de Santa Fe, por la fecha 15 de la Zona A del Torneo Clausura.
Este empate no hizo más que dejar al Tatengue como puntero con 24 puntos, al menos hasta que Boca dispute el Superclásico con River. Por su parte, el Guapo reúne 22 unidades en el mismo grupo, además de haber quedado al límite de la clasificación a la próxima Copa Sudamericana, aunque también deberá esperar lo que ocurra con Tigre, cuando reciba a Estudiantes de La Plata.
A pesar de haber tenido el dominio territorial y de haberse plantado en campo adversario durante gran parte del primer tiempo, el equipo de Leonardo Madelón no pudo plasmar su superioridad sobre el de Rubén Darío Insúa. Por momentos lo peloteó, pero no puso a prueba al arquero Marcelo Miño en muchas veces.

Como contrapartida, el Guapo se limitó a aguardar en su terreno alguna posibilidad de contraataque, aunque no abundaron las mismas porque la última línea del Tatengue se plantó bien y no dejó muchos espacios como para que los visitantes los aprovecharan.
No hubo jugadas manifiestas de gol. La falta de aptitud de los santafesinos fue directamente proporcional a los casi inexistentes avances de los porteños. Claro que el arquero local Matías Tagliamonte fue un espectador lejano de lo que ocurría cerca de su par Miño, quien trabajó algo más pero no fue tan exigido.
Con el correr de los minutos, sobre todo después del primer cuarto de hora del segundo tiempo, la desesperación de Unión por llegar al primero de la noche se transformó en retrocesos desprolijos y, en consecuencia, más espacios para que el partido se tornara de ida y vuelta.

Pero todo siguió en la misma línea futbolística. Los de Madelón no tuvieron muchas ideas para adentrarse en el área visitante, por lo que cayeron en la trampa de su adversario y llenaron la zona de centros llovidos e inofensivos, que no hicieron más que exponer la soledad en la que se hallaron los atacantes Marcelo Estigarribia y Agustín Colazo.
Fue por ese motivo que el entrenador tatengue mandó a la cancha a Cristian Tarragona, Franco Fragapane y Augusto Solari, quienes rápidamente mejoraron la imagen del local. El último de los mencionados estrelló un violento derechazo contra el palo derecho de Miño ni bien ingresó al campo de juego.
Nunca cesó ese dominio tanto de la pelota como territorial por parte de Unión. Sin embargo, también se mantuvo la ineficacia en ataque y la poca capacidad para exigir al arquero rival, por lo que todo terminó igualado y con un empate que, dependiendo cómo se lo tome cada uno, puede ser positivo o con sabor agridulce.