Ni Messi ni Maradona: Donald Trump dio su veredicto sobre el mejor futbolista de la historia

Durante la final del Mundial de Clubes en Nueva Jersey, Donald Trump fue consultado sobre el debate mediático acerca del mejor futbolista de la historia. Y en su respuesta, el presidente de Estados Unidos no consideró a Diego Maradona ni a Lionel Messi, las dos máximas leyendas surgidas de Argentina. 

“La emoción me invadió al recordar a Pelé. Hace muchos años, cuando yo era joven, trajeron a un jugador llamado Pelé para jugar con los Cosmos”, contó Trump al canal DAZN, rememorando la llegada del astro brasileño al fútbol estadounidense en la década de 1970. 

“Steve Ross, un amigo mío de Warner Communications, fue la inspiración. Este lugar estaba lleno. Era una versión anterior de este estadio, pero justo aquí en Meadowlands. No quiero ponerme viejo, pero fue hace mucho tiempo. Yo era un tipo joven y vine a ver a Pelé, y fue fantástico”, evocó.

Trump no solo destacó el impacto del brasileño dentro de la cancha, sino también su lugar en la historia del deporte. “Pelé fue como Babe Ruth. Fue grande. Fue único”, afirmó, comparando al exfutbolista con una de las leyendas más emblemáticas del béisbol estadounidense.

La jornada futbolera de Donald Trump en la final del Mundial de Clubes

El presidente de Estados Unidos siguió la final del Mundial de Clubes entre Chelsea y París Saint-Germain desde el palco de honor del MetLife Stadium de Nueva Jersey, sentado junto al titular de la FIFA, Gianni Infantino, y sus respectivas esposas.

Al final del partido, Trump bajó al campo de juego y fue el encargado de entregar los premios individuales y colgar las medallas a todos los participantes de la final, incluídos los árbitros argentinos Facundo Tello y Gabriel Chade.

El momento más simpático de la celebración se dio cuando los futbolistas de Chelsea recibieron el trofeo y dudaron estallar en júbilo por la presencia del primer mandatario estadounidense. Las imágenes captaron al argentino Enzo Fernández hacerle un comentario al respecto al capitán Reece James, quien a la vez pareció consultar a Trump si deseaba permanecer en la tarima, al igual que el arquero Robert Sánchez.

Finalmente, un gesto de Trump habilitó a los jugadores a desatar el festejo y el presidente de Estados Unidos quedó allí, rodeado por los campeones.