River en llamas: derrota con Gimnasia para llegar de la peor manera al Superclásico
El Millonario cayó 1-0 en un Monumental caliente que reprobó a los jugadores. Borja marró un penal en el final. El equipo de Marcelo Gallardo jugó mal y se complica en la tabla anual para la clasificación a la Copa Libertadores 2026. Se le viene Boca.

River Plate, en su tercera derrota consecutiva de local, profundizó su crisis futbolística con la derrota con Gimnasia La Plata, por 1 a 0, que encendió de los hinchas, muy enojados por el andar de un equipo falto de ideas y carácter. Ni siquiera pudo aprovechar el penal que Miguel Borja malogró en la última jugada. La reprobación fue unánime en la antesala de un Superclásico con realidades opuestas: Boca luce recuperado y entonado.
El equipo se fue despedido al cántico de “¡que se vayan todos, no quede no quede ni uno solo!”.
Marcelo Torres, un ex Boca, marcó de penal, a los 10 minutos del segundo tiempo el gol de la importante victoria para Gimnasia en su lucha por mantenerse en la categoría.

El desencanto se apoderó rápidamente de los hinchas de River en el primer tiempo. El fútbol de toques intrascendentes, carentes de profundidad, fueron una constante, en un contexto donde la victoria resultaba impostergable.
Un remate de Ian Subiabre (que sorprendió con la titularidad) y un débil cabezazo de un solitario Maximiliano Salas fueron las únicas aproximaciones del equipo de Gallardo, sumido en un juego lento, sin sorpresas. La escasa participación de Juan Fernando Quintero le restó frescura en ataque y por momentos chocó con la defensa de Gimnasia.
El Lobo estuvo muy concentrado para reducir espacios, atento a las subidas del Huevo Acuña y Facundo Colidio, quien se retiró lesionado a los 15 minutos, reemplazado por el pibe Cristian Jaime.
No extrañó que varios silbidos fueran empleados a modo de despedida para los jugadores camino al vestuario en el entretiempo. A medida que pasaron los minutos, los hinchas perdieron la paciencia.
Un River sin respuestas

La tendencia de un River inofensivo se mantuvo en el segundo tiempo y sufrió un impacto mayúsculo cuando el árbitro Nazareno Arasa cobró penal a instancias del VAR por infracción de Portillo a Merlini. Torres no falló para el 0-1 y el Monumental estalló de bronca.
River jugó nervioso y sintió el reproche directo de su gente con cánticos a viva voz. Desde los cuatro costados se escuchó el clásico “'¡Movete River, movete!” y la crítica se elevó a medida que pasaron los minutos.

A los 19 minutos, River estuvo cerca del gol con un cabezazo desviado de Salas, tras centro de Acuña.
Los ingresos de Maxi Meza, el juvenil Lencina y el colombiano Borja (muy resistido a esta altura) no cambiaron la ecuación. El equipo de Gallardo lució desorientado y la virtud de Gimnasia fue mantener el orden.
Los centros fueron el único plan de un River desencajado. Un cabezazo de Portillo fue a parar a las manos del arquero Nelson Insfrán.
En el octavo minuto agregado de juego, Arasa cobró penal para River por infracción de Suso a Martínez Quarta. El árbitro ratificó la decisión vía VAR e Insfrán desvió el remate de Borja, insultado por todo el estadio.
La reprobación generalizada fue atronadora cuando Arasa pitó el final. Desde “que se vayan todos” al pedido de una victoria en La Bombonera. Son días difíciles para el River de Gallardo que en este estadio venía de perder con Riestra y Sarmiento. No encuentra la salida y da la sensación que involuciona en cada partido. El próximo domingo tendrá la gran chance de redimirse, a cómo dé lugar.
