Estudiantes de Río Cuarto rugió en el Sur: empate y ascenso a Primera
El equipo cordobés supo aguantar la ventaja alcanzada en el partido de ida (2-0) y con la igualdad 1-1 lograda en el estadio Abel Sastre consiguió el ansiado pasaje a la Liga Profesional, tras adjudicarse el Reducido de la Primera Nacional

El León del Imperio se hizo fuerte en el Sur y festejó. A Estudiantes de Río Cuarto le alcanzó en la tarde del domingo con empatar 1-1 la segunda final ante el local Deportivo Madryn. De esta manera, el equipo del DT Iván Delfino obtuvo el ansiado ascenso a la Liga Profesional, al adjudicarse el Reducido de la Primera Nacional, porque había ganado 2-0 el cotejo de ida.
El club cordobés se había quedado con la espina atragantada en dos oportunidades en el comienzo del 2021. En aquel torneo que terminó retrasado por la irrupción y el parate que generó la pandemia del COVID-19, Estudiantes había desperdiciado la chance de subir ante Sarmiento de Junín y Platense, sucesivamente. Con los dos perdió por penales en Final y definición del Reducido, para quedar masticando bronca.
Pero la revancha llegó cuatro años más tarde, luego de 180 minutos en los que, en líneas generales, se mostró como un conjunto más aplicado que su adversario.
Deportivo Madryn, el elenco que orienta el entrenador Leandro Gracián (y que había perdido la Final Anual con Gimnasia y Esgrima de Mendoza, en cancha de Platense), se puso en ventaja a los 19 minutos del segundo tiempo, con una tijera/media chilena de su goleador, Luis Silba.

Y cuando los chubutenses ya jugaban con diez hombres por la correcta expulsión del mediocampista Federico Recalde (St. 35m.), el León del Imperio arribó a la paridad, con un disparo cruzado de Agustín Morales (St. 40m.), que se desvió ligeramente en Alejandro Gutiérrez, cuando el balón ingresaba.
El partido terminó a los 52 minutos, cuando todavía debían disputarse tres minutos, por decisión del árbitro Facundo Tello (de impecable desempeño), al observar que parte de la parcialidad local arrojaba elementos contundentes y pretendía ingresar al terreno de juego para apoderarse de las camisetas de sus propios futbolistas.
En la primera mitad, con menor posesión del balón, el conjunto visitante tuvo las chances más claras. El delantero paraguayo Javier Ferreira exigió -al menos- en dos ocasiones al guardavallas aurinegro, Yair Bonnín, y un remate de Agustín Fontana fue salvado sobre la raya por Recalde.
Deportivo Madryn, apurado por la urgencia de querer revertir el resultado, confundió aceleración y velocidad con vértigo. Y terminó mal casi todas las maniobras de ataque, a excepción de una corrida de casi 80 metros de su mejor exponente, Diego Crego, quien dibujó un slalom por la izquierda y exigió una buena respuesta del arquero Brian Olivera.
El elenco local abusó del centro frontal y de los pelotazos desde cualquier punto del campo, que fueron neutralizados permanentemente por los expeditivos rechazos de Gonzalo Maffini, el mejor defensor de la cancha.
En la segunda parte, Gracián movió el banco y mandó casi de inmediato al terreno a Juan Galeano y Ezequiel Montagna, quienes le dieron algo más de fluidez a las maniobras ofensivas del Aurinegro.
Luego de algunas buenas intervenciones de Olivera (sobre todo en un tiro cruzado de Crego), Deportivo Madryn llegó al gol que tanto necesitaba, con un envío desde la derecha de Montagna, que fue capitalizado por Silba, quien se elevó e impactó la pelota con una media chilena, que derivó en el 1-0.
La parcialidad local eligió creer que el ascenso estaba al alcance de la mano y cometió un error flagrante: al momento de la conquista arrojó bengalas de humo a la cancha, lo que derivó en suspensión momentánea de juego. El percance le quitó ritmo a un Deportivo Madryn, que perdió el empuje que había exhibido en ese tramo inicial de la segunda mitad.
Entonces, Estudiantes jugó al tranco del Colo Alejandro Cabrera (nuevamente fue uno de los más destacados de su equipo) y manejó las contras con criterio. En una de ellas, Fontana dilapidó la posibilidad del empate, con una definición excesivamente elevada.
Pero un rato más tarde, a los 40m., Morales, de un buen ingreso, se fue abriendo camino hacia el área, sobre el sector derecho, y sacó un disparo cruzado que pegó en Gutiérrez antes de entrar, para traducirse en la igualdad definitiva.
Entonces, el ascenso de los riocuartenses a Primera División quedó consumado. Los cordobeses ya jugaron en el círculo privilegiado del fútbol local en las ediciones de los viejos Campeonatos Nacionales 1984 y 1985. Es más, en el segundo torneo, contaron con la participación del referente de la historia de Boca Juniors, el zaguero Roberto Mouzo, quien le convirtió de penal en un partido en cancha de Huracán al club xeneize del que es ídolo indiscutido.
Estudiantes es también la institución en la que se moldeó y terminó su trayectoria profesional Pablo César Aimar, otrora emblema de River Plate y actual ayudante de campo de Lionel Scaloni en la Selección Argentina. Cuando el Payasito se retiró de la actividad en un encuentro amistoso, el mismísimo Marcelo Bielsa pagó su entrada general y observó el desempeño de uno de sus ‘hijos dilectos’ desde la tribuna.
Los goles del partido en Puerto Madryn