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03-11-2025 00:41 - Liga Profesional

Crónica de una tarde noche caliente y furiosa en el Monumental

River perdió con Gimnasia y su gente le hizo saber el enorme descontento con silbidos y cánticos. La previa ya tuvo un clima enrarecido que se hizo cada vez más tenso con el correr del partido y la derrota final, con el penal malogrado de Borja incluido.

Autor: DeporTV
03-11-2025 | 00:41
Foto: Fernando Gens
Foto: Fernando Gens

La maravillosa tarde soleada del domingo en Buenos Aires no tuvo correlación con el presente de River. Ya consumada la derrota con un Gimnasia en apuros, que volvió a ganar en el Monumental después de 20 años, al Millonario se le vino la noche en todo sentido.

La jornada empezó con el termómetro del hincha a la hora de conocer la formación titular. Franco Armani, Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero, Marcos Acuña, Juan Carlos Portillo, Juanfer Quintero (ovacionado), Maxi Salas e Ian Subiabre recibieron algunos aplausos. En cambio, cuando se escucharon los nombres de Fabricio Bustos y Facundo Colidio aparecieron silbidos, mientras que Kevin Castaño sufrió la mayor reprobación.

En el banco de los suplentes, Paulo Díaz, Giuliano Galoppo, Matías Galarza Fonda, Miguel Borja y Nacho Fernández también sintieron gran hostilidad. Estaba claro que la situación no era la ideal en Núñez.

La figura de Marcelo Gallardo apareció en la pantalla electrónica gigante y el hincha no dudó: lo ovacionó.

La gente de River fue paciente en los primeros minutos del partido. A la media hora de juego empezaron algunas objeciones desde las tribunas y los silbidos castigaron la actuación del equipo en la finalización del primer tiempo.

El gol de penal de Marcelo Torres fue la gota que rebasó el vaso. A partir de ahí, la gente de River empezó a cantar el clásico “¡Movete, River movete…!” para tratar de despertar a un equipo adormecido en todo sentido. Al no surtir efecto, el hincha puso en la mira a los jugadores, haciéndolos culpables del mal momento futbolístico, remarcando la diferencia de categoría entre un equipo y otro.

El árbitro Nazareno Arasa vio un penal dudoso a favor de River, lo ratificó vía VAR, y al hincha le quedó una última esperanza. Sin embargo, Borja, resistido desde que ingresó en el segundo tiempo, falló lo que hubiese sido un empate agónico e inmerecido.

La bronca del hincha de River estalló, retumbó en todo el Monumental y la dedicatoria se hizo amplia: “¡Qué se vayan todos, que no quede, ni uno solo!”. Y después, un pedido a viva voz de cara al Superclásico: “¡El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar!”.

El estadio se transformó en una olla a presión a medida que los futbolistas se retiraban del campo de juego. Insultos y mal humor. River padeció la cuarta derrota al hilo en su casa entre Torneo Clausura (Riestra, Sarmiento y Gimnasia) y Copa Libertadores (Palmeiras).

El desencanto del hincha riverplatense resultó tan enorme como el Monumental. A la salida no hubo reclamos en el hall (ocupado por mucha gente de seguridad privada), pero camino a casa la calle habló y repartió culpas. Y más de uno, con cierto dolor, hasta puso a Gallardo como uno de los máximos responsables.

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