San Lorenzo ganó en los penales y avanzó a octavos de final en la Copa Argentina
En el debut del DT Damián Ayude, el equipo de Boedo venció a Quilmes 4-3 en la tanda, tras igualar sin goles en la cancha de Lanús. Tigre será su rival de la próxima ronda.

Sin brillar, con algo de sufrimiento y muy buena puntería, San Lorenzo arrancó la era de Damián Ayude con una victoria por penales contra Quilmes 4 a 3, tras igualar 0-0 en los 90 minutos reglamentarios en la cancha de Lanús, y se clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina.
El partido se armó de movida entre los intentos de San Lorenzo de armar el juego desde una salida limpia pero con pelotas largas y la presencia de un bloque defensivo compacto de un Quilmes con rasgos de equipo corto, pero también dispuesto a sorprender con el manejo de Marcos Roseti y alguna subida en conjunto de Agustín Bindella y Leandro Allende, el mismo que sigue con chance de jugar el Clausura en el Ciclón.

Con el correr de los minutos quedó muy en evidencia que al equipo de Damián Ayude le costaba hilvanar ataques fluidos porque el debutante Facundo Gulli no encajaba en el rol de generador.
Entonces la fórmula azulgrana, que no se diferenció casi en nada a la que lo llevó hasta la semifinal del Apertura con Miguel Russo, pasó el desborde con centro. Y así llegó el minuto 23 en el que una pelota cruzada por Ezequiel Herrera desde la derecha que se queda corta y Nicolás Tripichio corrije en el camino para redireccionarla hacia un Andrés Vombergar que se encontró con una salida torpe del arquero Esteban Glellel que se lo llevó por delante y le cometió penal.
Claro que a la hora de estar frente a frente, el arquero se tomó revancha y se quedó, sobre su derecha y sin dar rebote, con el remate potente del goleador de San Lorenzo.
El segundo tiempo se mantuvo en una misma tendencia, con la mayor parte del desarrollo jugado en el campo de Quilmes, aunque ese dominio territorial del Ciclón no se reflejó en situaciones claras de gol. Ni siquiera cuando su rival, que de a ratos abusó de las infracciones, se quedó con diez jugadores por la expulsión de Agustín Bindella.

De esta manera, con el resultado en blanco, la historia se extendió a la definición desde el punto penal donde el paraguayo Orlando Gill atajó uno y los jugadores de San Lorenzo mostraron una eficacia al cien por ciento.
En los octavos de final, San Lorenzo se enfrentará con Tigre, que llega de eliminar a Banfield.