Chelsea, con Enzo Fernández, goleó al poderoso PSG en la final y se proclamó campeón
El equipo de Maresca liquidó el trámite en el primer tiempo y celebró ante los más de 80 mil espectadores en el estadio neoyorquino. El volante argentino ganó su séptima final sobre ocho jugadas y sigue haciendo historia.

Chelsea sorprendió al planeta entero este domingo en el MetLife de Nueva Jersey y goleó por 3-0 al campeón reinante de la Champions League, el poderoso PSG de Luis Enrique, para consagrarse campeón de esta primera edición de 32 equipos en el Mundial de Clubes.
Enzo Fernández fue titular y capitán en la histórica goleada inglesa, y mantiene una impresionante marca en finales. Es que de las ocho finales que jugó como futbolista profesional, ganó siete: solo perdió ante Liverpool la Carabao Cup en febrero del año pasado.
De entrada se vio el plan de Enzo Maresca para anular por completo al conjunto parisino. Lo presionó, lo atacó, lo asfixió. Fue, quizás, sorpresivo para Luis Enrique que observaba atónito la poca reacción que ofreció su equipo sobre todo en la primera parte.

Cole Palmer brilló en una ráfaga: convirtió dos verdaderos golazos muy similares entre sí, con definiciones ajustadas a la esquina inferior derecha del italiano Gianluigi Donnarumma. Pero no conforme con eso, el atacante británico reapareció por la derecha cuando se iba el primer tiempo y habilitó al brasileño João Pedro, quien definió con una excelsa calidad.
Aun en una considerable desventaja, los de la capital francesa buscaron incesantemente el descuento e hicieron que el arquero español Robert Sánchez se convirtiera en una de las figuras de los suyos, por las notables intervenciones que evitaron la caída de su valla.
El esfuerzo defensivo que llevaron a cabo los londinenses, sumado a la extensísima temporada que vienen teniendo los europeos, le costó caro a algunos futbolistas que estiraron el esfuerzo físico al máximo. Uno de ellos fue justamente el argentino Fernández, quien en el cuarto de hora del complemento tuvo que ser reemplazado por el brasileño Andrey Santos. La cinta, entonces, la cargó el ecuatoriano Moisés Caicedo.

Chelsea aguantó bien, aprovechó la desesperación parisina e incluso tuvo alguna oportunidad sobre el final para estirar la gran diferencia en el marcador, que no plasmó al ciento por ciento lo que ocurrió en el campo. Los Blues fueron más eficaces y contundentes, mientras que a PSG no le faltaron las chances de gol, pero sí la autoridad, la avaricia y gran parte de lo que lo depositó en esta final. Para colmo de males, sobre el final fue expulsado el portugués João Neves.
De esta manera, el equipo de Enzo Maresca se quedó con el título y los ingleses alcanzaron su trigésimo sexto título, y el undécimo internacional: el último fue el de la Conference League, tras la final que le ganó al conjunto español de Betis.