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20-12-2024 10:48 - AFA

Protagonistas inesperados: Estudiantes, Vélez y Central Córdoba

Boca y River, los dos gigantes del fútbol argentino, estuvieron ajenos en la pelea de los tres principales títulos del fútbol argentino. Estudiantes de La Plata sumó dos estrellas; Vélez, que hace un año peleaba por no descender, jugó todas las finales y Central Córdoba de Santiago del Estero alcanzó el primer título de su historia.

Autor: DeporTV
20-12-2024 | 10:48
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Los hinchas de Boca y de River no deben haber imaginado un año tan malo como el que tuvieron sus equipos. Hay que remontarse al período 2009-2013 para encontrar un contexto parecido. 

Es que siempre uno de los dos fue protagonista en el fútbol argentino. Incluso en el pasaje de la historia mencionado, Boca ganó un extinto Torneo Apertura de la mano de Juan Román Riquelme en la cancha. 

Pero la temporada que se cerró el sábado pasado con el Trofeo de Campeones los tuvo como meros observadores de las consagraciones de Vélez (Liga Profesional), Estudiantes (Copa de la Liga y Trofeo de Campeones) y Central Córdoba de Santiago del Estero (Copa Argentina). 

Nunca pelearon. En la Copa de la Liga, Boca llegó a semifinales y lo eliminó el Pincha por penales. La única alegría fue haber dejado antes en el camino a River, pero sin ningún título para llevarse a casa.

Y en la Liga Profesional directamente jamás estuvieron en la conversación. Lejos del nivel de Vélez, que agarró la punta y no la largó hasta el final. 

El año de Vélez: peleó en todos los frentes

El Fortín festejó ante su gente. Foto: Prensa Vélez.
El Fortín festejó ante su gente. Foto: Prensa Vélez.

La contracara justamente fue Vélez, que peleó cada competición después de coquetear con el descenso en 2023. Llegó a todas la finales posibles, perdió tres pero coronó la Liga Profesional, en la última fecha, con una brillante victoria sobre Huracán. El Fortín fue el mejor equipo del año en cuanto a rendimiento, ya que culminó en la cima de la tabla anual.

Vélez, con el sello de Gustavo Quinteros, tambaleó en el inicio del 2024 cuando se llevó un 5-0 del Monumental y los mismos hinchas, heridos por la pelea del descenso en el año anterior, pidieron la cabeza del nuevo entrenador y de varios jugadores.

Sin embargo, con el correr de los partidos comenzó a verse un equipo dinámico, con presión asfixiante a los rivales y un tremendo poder ofensivo. La gestión de juego armada entre Claudio Aquino, Thiago Fernández y Francisco Pizzini fue total, el que mejor lo aprovechó fue el goleador Braian Romero

Sería injusto hacer nombres propios en un equipo que fue sólido desde el arco propio hasta el rival. Finalizó como el cuarto equipo más goleador y el segundo menos goleado, con mejor diferencia de gol que todos los demás.

Le costó el final, posiblemente pagó caro la falta de recambio con un plantel corto -se vio en la final de la Copa Argentina en la que no comenzó Aquino-, pero en el momento caliente frente a Huracán dejó en claro los merecimientos. 

 

Estudiantes: Copa LPF soñada y regalo de Navidad

El equipo de Eduardo Domínguez tuvo una Copa de la Liga contundente, con una fase regular positiva en la que terminó segundo en la zona B, sólo por detrás del sorprendente Godoy Cruz de Mendoza.

El registro final fue de ocho victorias, tres empates y tres derrotas. Le quedó la espina en el clásico platense, que igualó sin goles en El Bosque con Gimnasia.

Ya el primer cruce de playoffs fue con Barracas Central, que había hecho una fase regular sorprendente, y se lo sacó de encima fácilmente. Dos de Guido Carrillo y uno de Javier Correa.

Luego llegó Boca, al que venció por penales luego de empatar por 1 a 1. El tanto fue de Edwin Cetré, de penal. 

Y finalmente, por la misma vía y después de repetir resultado en el tiempo regular, se sobrepuso ante Vélez. La noche soñada la tuvo Matías Mansilla, que atajó tres penales. 

Sobre el cierre del año, el destino lo puso nuevamente en otra definición mano a mano con Vélez, que una semana antes había coronado la Liga. Los de Liniers llegaron cansados mental y físicamente y sin su DT, quien no quiso faltar a la boda de su hija. En el Madre de Ciudades hubo otra fiesta y fue del Pincha, que goleó sin discusión y se llevó el Trofeo de Campeones.

 

Central Córdoba se bordó la primera estrella

Hay un parteaguas desde la llegada de Omar De Felippe al banco de Central Córdoba de Santiago del Estero. Pocas veces la mano de un entrenador es tan tangible. Lo sacó del fondo en el descenso, que se suspendió en Comité Ejecutivo, y lo llevó a campeón de la Copa Argentina. 

El cuadro inicial tenía potencialmente a River como máximo favorito, pero Temperley lo dejó en el camino. 

Los primeros pasos fueron contra Quilmes (3-1), Estudiantes de La Plata (2-1), Newells Old Boys de Rosario (0-0 y 3-2 por penales) y Temperley (2-1). 

En la semifinal, Huracán venía entonado, peleando la Liga Profesional, pero Central Córdoba lo borró de la cancha y le ganó 2-1 en San Nicolás. 

Ya en la definición, Central Córdoba evitó a Boca -eliminado por Vélez- y ante el Fortín hizo un trabajo prolijo, le llevó el partido para el lado que más le convenía, con varias interrupciones y pelotas divididas constantes. 

Lo hizo entrar en la trampa, encontró un gol extraño en una jugada en la que Matías Godoy tiró el centro y la pelota terminó clavándose en el segundo palo de un sorprendido Tomás Marchiori.

Posteriormente lo aguantó bien, con orden y picardía. Algunas polémicas en el medio aunque llegó la consagración tan esperada. 

 

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