Veneno Chaves, mano a mano con DEPORTV: "Mi mejor momento no llegó todavía"
El púgil de San Miguel, tercera generación de una familia de boxeadores, campeón latino ligero OMB y con una gran proyección a mediano plazo, charló con DeporTV, analizó su exitoso presente y también planteó sus objetivos.

El gimnasio "La Dinastía" del barrio Santa Brigida de San Miguel encierra la historia de una familia del boxeo argentino, los Chaves, que hoy tiene en Alan "Veneno" Chaves (19-0-0, 16KOs), actual campeón latino OMB en la categoría ligero y número 4 en el ranking mundial, como la gran promesa nacional, tal vez la de mejor y mayor proyección al plano internacional..
Todo arrancó cuando Rudecindo Chaves, abuelo de Alan, dejó el pueblo misionero Concepción de la Sierra para instalarse en el conurbano bonaerense con la intención de ganar trascendencia. Así llegó a hacer varias peleas en el Luna Park y también fue sparring de Carlos Monzón y Víctor Galíndez.
Los que siguieron, ya como segunda generación y con un protagonismo importante dentro de la década del ´90, fueron los hijos de Rudecindo, Ismael, Ariel y Carlos Abel, padre de Alan.
Claro que la tercera generación, además de "Veneno", contó con su primo Diego "La Joya" Chaves, quien desde el 21 de julio de 2012 al 27 de julio de 2013 fue campeón mundial interino de la categoría wélter de la AMB.
Hoy Alan, que el próximo sábado 19 de julio se presentará en el Estadio de la FAB ante el áspero zurdo nicaragüense radicado en Costa Rica, y de gran experiencia internacional, Freddy Fonseca (32-7-1, 22 KO), sabe que este 2025 puede ser determinante para su carrera dentro de una categoría cargada de enormes figuras. Y en una distendida charla con DeporTV, el púgil de San Miguel analizó su presente y también proyectó sus deseos para un futuro a corto o mediano plazo.
"Siento que estoy en un momento muy bueno de mi carrera, joven y con muchísimas ganas de seguir creciendo, pero que el mejor momento todavía no llegó. Me faltan muchas pruebas, como por ejemplo salir a pelear al exterior y tener rivales de más nivel y renombres y eso lo tengo clarísimo", dijo de movida Alan Chaves.
Después, a la hora de marcar objetivos, el joven campeón OMB atino del peso ligero recalcó que "para este año me gustaría seguir creciendo y aprendiendo, estoy 4 del ranking mundial OMB, en noviembre pelean los primeros dos y si no es una pelea eliminatoria, me gustaría al menos tener mi primer experiencia en el exterior para sumar el roce internacional que me hace falta".
Una categoría competitiva
"La categoría ligero es la más competitivas que hay en el boxeo y yo tengo claro que mi carrera recién está empezando y todavía me falta mucho para empezar a hablar o compararme con muchos de los campeones o ex campeones que hay en la división. En un corto plazo me gustaría medirme con el ganador de Abdullah Mason y Sam Noakes (disputarán en noviembre el título mundial vacante de peso ligero de la OMB) o contra Gabriel Flores que actualmente es el número 3. Para hablar de sueños muchos más grandes, sería Gervonta Davis", agregó.
Al momento de analizarse como boxeador, Alan Chaves le aseguró a DeporTV que "lo mejor que tengo es el ataque, después para mejorar y aprender tengo muchísimo. En lo que mas le metemos énfasis con mi equipo es en la defensa, porque tengo que mejorarla para que incluso llegue a ser mejor que el ataque. Después algo que estamos viendo mucho, con los rusos como modelos, es el juego de piernas".

Por último, Alan Chaves habló de su sentimiento por el deporte de los puños, algo heredado de generación en generación. "El boxeo hoy en día para mí lo es todo, mi trabajo, mi hobbie y hasta mi pasión. Estoy logrando muchas cosas que me imaginaba de chico y muchas aún me quedan por cumplir. Jamás imaginé que iba a poder vivir de esto y por eso estoy tan agradecido con el boxeo y me brindo al cien por ciento. Después, en lo familiar, el boxeo nos une a todos".
Así, bajo el lema de la tradición y la pasión, con su estilo de boxeo atractivo que también marca los signos de una herencia, Alan Chaves sigue dándole forma a una carrera que lejos está de llegar a su techo.