LeBron James: la vigencia del Rey en su cumpleaños número 40

Conseguir cuatro anillos de la NBA con tres franquicias distintas, alzarse tres veces con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos con el seleccionado norteamericano, erigirse en el máximo anotador histórico de la máxima competencia basquetbolística mundial y convertirse en el jugador que mayor cantidad de minutos disputó. 

Esos son, apenas, algunos atributos perceptibles que muestra LeBron James, el indiscutido ‘Rey’ que este lunes festeja su cumpleaños número 40 y lo hace en plenitud siendo referencia ineludible en la actual campaña de Los Angeles Lakers. 

Desde su estreno como jugador profesional en la temporada 2003, la estrella de Akron elevó siempre la vara y se mantuvo en lo alto en forma indiscutida. 

A punto tal que nadie puede tildar descabellado si LeBron es equiparado, o inclusive es ubicado por encima, a las máximas figuras de este deporte como Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, Earvin ‘Magic’ Johnson, Larry Bird, Michael Jordan o Kobe Bryant, entre otros. Qué le falta al jugador que obtuvo más de 41.000 puntos en encuentros oficiales y que es record absoluto en distintos rubros?

Nada es la respuesta. Su capacidad atlética, su instinto permanente de superación y esa condición innata de convertirse en líder al lugar al que vaya (allí, la cuestión intangible que distingue a ‘The King’) hace que James no sea una figura más del universo histórico del básquetbol norteamericano. 

LeBron asomó con aires de leyenda, ya cuando vestía la camiseta del St. Vincent-St. Mary High School, en donde brilló durante las cuatro temporadas que participó para el Instituto escolar. 

A mediados del 2003, el chico de 19 años fue seleccionado en la primera posición en el draft NBA por Cleveland Cavaliers. 

Debutó con la franquicia de Ohio ante Sacramento Kings y en el primer partido firmó una planilla con 25 puntos, 9 asistencias, 6 rebotes y 4 recuperos. 

Jugó con la camiseta que llevaba el dorsal número 23, en homenaje a su ídolo Jordan, aunque en la conferencia de prensa posterior citó a Jason Kidd, el actual DT de los Dallas Mavericks, como el basquetbolista al que quería “parecerse”. 

En su primer ciclo de ocho años en los Cavaliers, el crack condujo al equipo a la final de la competencia ante San Antonio Spurs de Emanuel Ginóbili (0-4) en la temporada 2006-2007. Mientras que dos años después estableció tres ‘triples-dobles’ consecutivos (en marzo de 2009), en partidos frente a Miami Heat, Los Angeles Clippers y Phoenix Suns. 

Tras finalizar su vínculo con la franquicia de Ohio en el 2010, el alero se convirtió en el agente libre más cotizado y fichó para Miami Heat, que lo sostuvo durante cuatro temporadas. 

LeBron consiguió sus primeros campeonatos NBA en los ciclos 2011-2012 (4-1 a Oklahoma City Thunder) y 2012-2013 (4-3 a San Antonio Spurs). Y se quedó en la puerta en la 2013-2014, cuando los texanos de San Antonio se cobraron desquite y vencieron por 4-1 en la final.

El contrato finalizó y James regresó a los Cavaliers, organización con la que se dio el gusto de levantar el anillo en la estación 2015-2016, luego de un ajustado 4-3 sobre los Golden State Warriors. 

Si algo le faltaba al ‘Rey’ era sentir la presión por convivir en una franquicia histórica, una de las acostumbradas a pelear por los puestos de vanguardia en todas las campañas. Así llegó a Los Angeles Lakers, al firmar un contrato por cuatro temporadas por 154 millones de dólares, en julio de 2018. 

Pandemia coronavirus mediante, James encabezó el consistente rendimiento del conjunto californiano que se coronó campeón en la ‘burbuja’ de Orlando (2020), al derrotar en la final a Miami Heat. 

En febrero de 2023 se convirtió en mito, cuando superó la marca de 36.387 puntos que había establecido Abdul-Jabbar. Desde entonces es el número 1 en el registro histórico de anotaciones. 

En diciembre del año pasado, además, James contribuyó al título conseguido por los Lakers, en la denominada Copa NBA, en Las Vegas

También conquistó la medalla de oro en los JJ.OO. Beijing 2008, Londres 2012 y París 2024, además del bronce en Atenas 2004, cuando mordió el polvo de la bronca, al caer con la Argentina de Rubén Magnano en las semifinales. 

Se dio el gusto, también, de actuar con su hijo Bronny (clase 2004). Y establecieron un nuevo record al erigirse en el primer dúo padre-hijo que se estrenaron oficialmente en un cotejo de competencia regular de la Liga estadounidense

“LeBron es un fenómeno de la naturaleza”, sostuvo el comisionado de la NBA, Adam Silver, para dar cuenta de un argumento, si se quiere, lógico que permite descifrar su vigencia como deportista. 

Pero enseguida, el dirigente aporta una clave para que la frase cobre sustento: “Nunca se toma un día libre, siempre está trabajando su físico, alguna parte de su cuerpo”, aseguró. 

Hasta cuándo habrá LeBron en la NBA? Tal vez ni él mismo lo sepa, pero un técnico que lo tuvo en sus filas, Erik Spoelstra (todavía al frente de los Heat), remarcó que “su tamaño, la fuerza y el coeficiente intelectual” son atributos decisivos para que siga jugando al máximo nivel, aun sin ser ya “el mejor atleta del planeta”