El River de Gallardo y el efecto Salas como resumen del semestre
El trayecto de Maxi Salas en River y cómo se fue desinflando su energía quizá sea un espejo donde pueda explicarse parte de lo que le pasó al equipo en la segunda parte del año, cuando pasó de la ilusión a un final frustrante, sin término medio.

“Nos da una energía nueva”, decía Marcelo Gallardo tras los primeros minutos de Maxi Salas en River, cuando los hinchas se ilusionaban sin tranqueras. Fueron esos dos partidos de arranque ante Platense e Instituto con 180 minutos en los que parecía que la palabra adaptación estaba tachada del diccionario. Toda la polémica por su salida por la cláusula y los casi 12 millones de dólares parecían tema menor. Duró poco.
Unos 4 meses después, en los últimos dos partidos del año contra Vélez y Racing, fue el primer cambio a menos de una hora de haber empezado el partido cuando lo reemplazó un pibe, Ian Subiabre. Casi como un acto reflejo, Salas padeció lo mismo que el equipo de Gallardo y a todos los objetivos se los fue tragando la garganta de los malos resultados y sobre todo los pésimos rendimientos.

Las mismas ilusiones que se generaron cuando River eliminó a Racing en cuartos de la Copa Argentina, precisamente con un gol de Maxi Salas, se replicaron en el delantero y sobre todo en los hinchas. Pero otra vez, la sensación fue efímera River sólo ganó un partido de los 9 siguientes, fue eliminado en la semi de la Copa Argentina por Independiente Rivadavia, luego perdió el mano a mano con Racing y Salas no volvió a festejar.
Quizá fue la lesión en la rodilla que sufrió a los 20 minutos del tercer partido contra San Lorenzo que lo sacó de competencia por poco más de un mes y 7 partidos. Pero cuando volvió tuvo buenos ratos en especial por el gol a Palmeiras que generó una esperanza chica pero esperanza al fin en la revancha. Sin embargo, otra vez el viento de la derrota se llevó todo y más aún la energía de Salas.
Los números hablan por sí solos: cuatro goles y una asistencia al cabo de 815 minutos en las once presentaciones iniciales hasta ese partido con Racing de Copa. Eso alentador, se tornó desalentador con la marca posterior con 463 minutos en cancha, sin goles ni asistencias y con pésimos rendimientos contra Sarmiento, Talleres, Independiente Rivadavia fue reemplazado en el entretiempo- Gimnasia, Boca y Vélez.
Sin dudas, esta pretemporada que se viene y este tiempo de trabajo serán para Salas fundamentales para poder entender lo que quiere Gallardo sin la urgencia de los partidos y los resultados. Invirtió mucho River para que lo de Salas sea apenas una corriente de buena energía que nunca llegó a enchufar voltaje al equipo.